Si bien la producción de trigo y de garbanzo en la región resultó, en general, buena, muchos productores deberán resignar precios a la hora de la comercialización, debido a que las lluvias de fines del mes pasado afectaron la calidad de estos cultivos de invierno. Así lo señaló el presidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), Gonzalo Blasco a LA GACETA Rural.
“En algunas localidades también se dieron pérdidas de cosecha a raíz del granizo. Lamentablemente los cultivos de invierno soportan un mayor riesgo climático; siempre con poca humedad durante los períodos reproductivos y afectados por heladas tardías, por lluvias durante la cosecha, por granizo y hasta por incendios, en algunos casos”, añadió el directivo.
Blasco contó que para la campaña de granos gruesos 2023/24 los productores están a la espera de lluvias, que llenen al menos el primer metro de perfil de suelo. “Esto para que se pueda sembrar a partir de los primeros días de diciembre. Se empezaron con trabajos de control químico de malezas y, en algunos casos, de aplicación de fertilizantes”, señaló.
El ruralista admitió que la mayor incertidumbre para los productores de la región no provino de cuestiones intrínsecas de los cultuvos, sino de la política. “Creo que el sector agropecuario está un poco más aliviado con los resultados de las elecciones presidenciales. El presidente electo (Javier Milei) siempre tuvo un discurso más ameno hacia el sector, con promesa de bajas a la altísima presión impositiva, de destrabar los cepos y de terminar con los múltiples tipos de cambio que tanto daño han hecho a la economía en general; pero, en especial, a las economías regionales”, manifestó Blasco.